En estas fechas es el momento de los buenos deseos y de hacer la carta a los Reyes Magos. Lo primero es acordarse de Néstor Jorge en dos sentidos.
El primero, el del piloto, que sigue ingresado en el Hospital de Tenerife peleando por su vida. Ninguna noticia nos haría más felices estas Navidades que su mejoría. El segundo, el de las carreras: necesitamos carreras más seguras.
Antiguamente, la filosofía de las carreras cuando se corría en circuitos peligrosos, era la de premiar el valor del piloto. Correr junto a farolas y bordillos, correr en circuitos de motocross con saltos triples que no concedían un error o tantos otros escenarios premiaban el arrojo de los que con sus motos no temían al peligro.
Afortunadamente, cada día más, en España no es así. El valor, como a los toreros, se le supone a un piloto de motociclismo. No hace falta que exponga su salud más allá de lo que marcan los límites de la velocidad de una curva, la altura de un salto o la mala suerte. No hay un piloto de motos que no sea valiente, y lo mejor que podemos hacer es tratar de buscar circuitos y recorridos que examinen la técnica de los pilotos y no las habilidades de los médicos.
En España estamos a la cabeza del mundo en este punto. Mientras en otros países presumen de “sabor añejo”, en España tenemos las instalaciones más modernas y ejemplares (por eso tantos extranjeros vienen a correr y entrenar aquí) y se está realizando un gran trabajo por parte de todos, federaciones, circuitos, clubes y organizadores. En la Federación incluso hemos tenido que tomar medidas impopulares e incómodas porque nuestra obligación es minimizar el peligro de un deporte que ya tiene el riesgo en su esencia.
Por eso no basta con recordar con cariño a Néstor y darle ánimos a su familia. Además, tenemos que pelear todos porque no haya más casos como el suyo en ningún circuito del mundo. En España lo tenemos más fácil, pero tampoco podemos encogernos de hombros en el resto del mundo, donde compiten los nuestros, como le pasó a Néstor. En la Federación estamos presionando y protestando en la FIM para que aumente esa sensibilidad. No podemos consentir más casos como el de Néstor.
Así que el primer punto en una carta a Papa Noel sería la recuperación de Néstor y que las competiciones se hagan en circuitos y trazados más seguros. Sencillamente, a estas alturas, no hay ninguna necesidad de correr en circuitos peligrosos. Quien no tenga un buen trazado no debe poder hacer un Campeonato del Mundo ni un Campeonato de España.
Como si pides muchas cosas es probable que no te las traigan, me voy a limitar a pedir una más: una solución al problema de la moto de montaña. De la actual situación somos en parte responsables por no haber trabajado todos unidos en el primer momento, cuando los colectivos radicales empujaron a los políticos en un sentido sin que hubiera una reacción por nuestra parte. Nos hemos dejado coger vuelta, y ahora hay que remontar.
Sin embargo, igual que hay que reconocer que todos –industria, marcas, federaciones, usuarios, aficionados…- no actuamos coordinados en el primer momento, hay que decir que actualmente se está actuando como debe hacerse: en la trastienda silenciosa y como un solo colectivo.
Precisamente por eso, por ser discretos, no hemos dado difusión a ciertos avances realizados. Pero no lo toméis como una dejación: se están produciendo reuniones, hay un plan razonable y se está trabajando mancomunadamente para lograr objetivos razonables. Esto también debemos tenerlo claro: “objetivos razonables” no significará jamás que vuelvan los 70, cuando se podían hacer unos Seis Días de Enduro en la Sierra de El Escorial ante el aplauso popular y el apoyo de las Administraciones.
Los tiempos han cambiado y hay que ser responsable. Queremos que nos dejen practicar un deporte legal, con motos legales. Pero hay que hacerlo de forma responsable, con motos que no hagan ruido, en grupos pequeños, tratando de no molestar al resto de vecinos de la montaña (ganaderos, agricultores, cazadores, ciclistas, paseantes, jinetes, recogedores de setas…) y por entornos en los que la Naturaleza no sea agredida.
Esto último es muy importante y es la clave: por un sendero pueden pasar muchas motos sin que se note su huella, pero basta que una de ellas recorra ese sendero cuando está blando, basta que se enganche en un escalón con barro, y realizará un agujero que no se tapará jamás. Evitar esto es un ejemplo de cómo ser responsable, como lo es pararse y echarse a un lado cuando viene un grupo a caballo (si uno se asusta y descabalga a su jinete puede partirse la espalda), como lo es darle preferencia a los ciclistas o pasar muy despacio junto a la gente para evitar sustos, polvo y, en definitiva, problemas.
Sólo con esa actitud en la que entendamos que hay que portarse de manera educada y sostenible, y en la que sepamos que no se podrá montar por muchos entornos naturales y en algunas fechas críticas, puede haber una solución. Tenemos que renunciar a algunas cosas para exigir otras.
Creo que a estas alturas de la película, ya sería un buen regalo de los Magos si en 2009 pudiéramos anunciar que en algunos lugares y con determinadas condiciones se puede practicar el trial y el enduro sin tener que sentirse un delincuente. Ojalá sea así. Estamos trabajando para ello.
Felices Navidades a todos y que 2009 sea vuestro año.
Juan Moreta
Presidente RFME
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